Después de haber pasado por el torneo Nacional B,
River retorna a su hábitat natural, a la máxima categoría. Esta breve excursión,
como toda experiencia en la vida, le permite al club hacer un balance y mirar
al futuro con más confianza. No cualquiera se levanta tan rápido después de una
caída.
Si bien el equipo tuvo altibajos, siempre fue a
buscar los partidos, a veces con más garra que fútbol pero siempre siendo
protagonista. Se dice que la resiliencia
es la capacidad para soportar presiones extremas y salir fortalecido de ellas.
El hincha, jugadores y dirigentes vivieron ese proceso. Pronto se verán los
frutos de ese proceso en estos jóvenes jugadores que de golpe tuvieron que
hacerse grandes, como Ocampos, Funes Mori, González Pires. Junto a ellos, seguirán desplegando su riqueza
técnica Trezeguet, el Maestrico y la jerarquía de Ponzio.
Los goles de Trezeguet para el ascenso
De este turbulento viaje por las aguas del ascenso
River gana mucho más que un campeonato, logra construir un grupo de jugadores
que se hicieron gladiadores en el fragor de la batalla, que se pudieron
levantar tras las heridas de los insultos y cargadas. Ese logro tuvo a un guía
que los inspiró, que les recordó como gastaba la suela de los botines en cada
partido: el león Almeyda fue el gran espejo donde se pudieron reencontrar muchos
para sacar fuerzas de donde sea y seguir adelante. Gran mérito de esta vuelta
al fútbol grande tiene que ver con esa
mística que mostraba Matías Almeyda en cada batalla los domingos. Sus
palabras resumen su espíritu: “pusimos a River en el lugar que tiene que
estar".
El festejo de Almeyda
El millonario vuelve con la frente bien alta para
decir con voz fuerte que la historia del club permanece intacta y que está para
dar pelea nuevamente. La única diferencia es que ahora tiene una rica
experiencia para luchar cada partido con carácter.
Este atributo adquirido en las batallas del Nacional B será su mayor trofeo,
porque sin él nada llega a su fin.
Trezeguet, la figura que le dio más gol al equipo
River resucitó anímicamente un 23 de junio. No será en vano el esfuerzo. A disfrutar, no importa lo que digan, el hecho de haber alcanzado un objetivo en tiempo y forma da suficiente crédito como para brindar por el futuro. Lo único que le importa a los hinchas y a los jugadores es que en poco tiempo estarán disfrutando del fútbol de los domingos.
Por Lic. Walter Calabrese
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