Los
daneses, considerados como el país que más atiende los aspectos ecológicos en
Europa, intentarán llevar el estandarte de la energía eólica durante el
liderazgo semestral de la UE. Esa idea choca inicialmente con el contratiempo
inesperado que resulta del cierre de la planta Vestas, líder global en esta
tecnología y que prevé el despido de 2.300 empleados durante el año que recién
comienza.
La
primera ministra danesa, Helle Thorning-Scmidt, dijo en Copenhague que “a pesar
del contratiempo tenemos que seguir invirtiendo en economía verde, en nuevas
tecnologías y en nuevos modos de hacer las cosas si queremos que la Unión
Europea salga adelante”.
La crisis
económica y financiera que atraviesa la eurozona ha puesto interrogantes sobre
su futuro y su moneda. El gobierno de Dinamarca propone cuatro líneas de
trabajo para combatir la complicada situación. En primer término, exigirá que
se vuelva a una Europa responsable y muy disciplinada en el área financiera.
También propiciará una Europa más dinámica para desarrollar todo el potencial
económico-productivo y retomar el crecimiento. Además, abordará el tema de los
flujos migratorios y la seguridad, temas que suelen aprovechar los partidos de
derecha en sus campañas, pero que hoy ha trascendido las ideologías por su
complejidad. Por último, su mejor carta de presentación, la propuesta de una
Europa enfocada en los temas “verdes”, dándole impulso al desarrollo de
energías renovables.
El
presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, agregó que “Europa puede
regular para crear más incentivos y más mercados” haciendo viable una economía
que priorice la ecología.
José
Manuel Durao Barroso, pesidente de la Comisión Europea
La UE
está sumergida en la tarea de encontrar nuevas pautas que regulen los altos
déficit presupuestarios de algunos países. No es el caso de Dinamarca, que se
encuentra fuera del euro, pero que aparece dispuesta a colaborar en la
concreción del nuevo tratado que lleve equilibrio a la zona. Queda claro
que su interés está relacionado con su propia economía, puesto que el 65 por
ciento de sus exportaciones tienen como destino al mercado europeo, de modo que
la estabilidad del mismo es vital para mantenerse a flote entre tantos
náufragos dando vueltas por el continente.
En el
camino hacia el nuevo tratado que se conformará en Bruselas a fin de enero
aparece un nuevo obstáculo: la rebeldía de Hungría, que de la mano de Viktor
Orbán intenta tomar distancia de la UE con una nueva Constitución que tiene
sesgos autoritarios. Ante ello Barroso aseguró: “Emplearemos todos nuestros
recursos para asegurarnos de que Hungría cumpla con los principios y valores de
la Unión”.
Dinamarca,
el pulmón verde de Europa
Los
daneses son reconocidos como uno de los líderes en innovación y desarrollo de políticas
para enfrentar el cambio climático dentro de un equilibrio económico, alentando
la conformación de una sociedad que priorice una mejor calidad de vida
respetando el medio ambiente desde la investigación e innovaciones
industriales.
El país
escandinavo es uno de los Estados miembros que se manejan con mayor autonomía
en la UE, su pueblo rechazó en dos ocasiones la oportunidad de adoptar al euro
como moneda y su gobierno apunta a reforzar sus fronteras nacionales, algo que
desde Bruselas puede ser interpretado como un alejamiento del Tratado de
Schengen. No obstante, en el campo del desarrollo energético Dinamarca se ha
ganado el respeto de la comunidad europea.
Energía eólica
“Nuestro
país apuesta por liderar al resto de los Estados miembros en este aspecto”,
aclara Kim Jorgensen, subsecretario de Asuntos Europeos del Ministerio de
Asuntos Exteriores danés. “Cuando hablamos del clima, hay dos temas. Por
supuesto a largo plazo necesitaremos estar libres del petróleo y del gas, y
tendremos que utilizar mucho más la energía renovable, pero también seremos
mejores al utilizar menos energía”, insistió Jorgensen. El funcionario cree que
estas propuestas para luchar contra el cambio climático deben ser incorporadas
por todos los miembros de la UE para unificar una política común sobre energías
limpias. Para concluir su análisis enfatizó que “nos tenemos que implicar
todos. Sea en el Consejo o la Eurocámara, Dinamarca siempre ha insistido en
poner mayor énfasis en la energía verde, la innovación, la investigación y el
desarrollo. Presionamos para que se invierta más en estos ámbitos”.
En el
2010, la Comisión Europea había destacado el trabajo de Dinamarca en la UE para
incentivar la innovación en energías renovables y para estimular su desarrollo
desde el área educativa. En este sentido, aún en tiempos de crisis, el gobierno
danés mantuvo los aportes económicos que otorga a la comunidad universitaria y
al estímulo de doctorados enfocados en la investigación de nuevas tecnologías.
Una de las instituciones educativas que se destacan en estos estudios es la
Universidad Técnica de Dinamarca, de donde surgieron importantes
descubrimientos para la construcción de casas energéticamente autosustentables.
Nuevas
tecnologías en energías renovables
La
primera mujer que lidera el país
A los 44
años, Helle Thorning-Shmidt liderará un gobierno socialdemócrata luego de diez
años en el poder del partido de centro derecha Popular Danés (DF). En 2011,
luego de una campaña dominada por los debates en torno a la restricción de la
inmigración, las miradas hicieron foco en la crisis europea y en el creciente
desempleo. Pero el factor de peso que dominó el escenario electoral y la
decisión del voto fue, una vez más, la economía.
Su
llegada contó con los aportes de los socialistas, los Verdes y los
social-liberales. Pero queda claro que para poder tener un margen de
gobernabilidad aceptable tendrá que negociar con sectores de derecha e
izquierda. “Tenderemos la mano a todos, también más allá del centro”, aseguró
la primera ministra.
Helle
Thorming, nueva primera ministro de Dinamarca
El giro a
la izquierda del electorado coincidió con lo que sucede en toda Europa: los
oficialismos llevan la carga de la crisis sin importar el perfil ideológico ni
la fuerza de un partido tradicional. La ciudadanía responsabiliza a sus
líderes por los desaciertos en los ajustes económicos y por las consecuencias
que han traído sobre el empleo. Grecia, Portugal, España e Italia ya lo han
vivido, y este año será el turno de Francia, que debe ir a las urnas.
Si bien
la debacle por la continuidad del euro no afecta directamente a Dinamarca, que
ha mantenido su moneda, la corona danesa, seguirá cooperando con la Unión
Europea en las áreas de justicia y defensa, descartando cualquier posibilidad
de ingresar a la unión monetaria.
Al igual
que el resto de Europa, los daneses tienen que enfrentar dificultades por su
déficit público, que alcanza el 4,6% del PBI y también una tasa de desempleo
juvenil que supera el 10%, guarismos que no son habituales en un pequeño pero
próspero país escandinavo como Dinamarca, que tiene 5,5 millones de habitantes.
La
llegada de un gobierno socialdemócrata no ha modificado la línea dura que
mantenía su antecesor líder en política migratoria, cuando la ultraderecha se
acercaba al límite de xenofobia con los inmigrantes, al que se sumaba el temor
por un avance del Islam.
En ese
contexto, Helle Thorning-Shmidt asumirá por un semestre la tarea de acercar sus
proyectos de una Europa más productiva y verde.
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