Las
cifras confirman la gravedad de la débil economía española en la segunda mitad
del año pasado: 4.422.359 personas están desocupadas, datos que fueron
proporcionados por la secretaria de Empleo, Engracia Hidalgo.
Los datos
oficiales indican que el paro se incrementó en España en un 7,86% en relación
al año 2010, serían 322.286 desempleados más, según un informe del Ministerio
de Empleo y Seguridad Social. Además, las cifras reflejan que la falta de
empleo fue superior a la alcanzada en 2010, cuando había subido en 176.470
ciudadanos.
En el
desglose por sectores, la construcción fue la que más se vio afectada en
diciembre, con 23.778 personas desocupadas. Otras áreas como servicios y
agricultura tuvieron una baja en el paro.
Hidalgo enfatizó que las reiteradas “reformas incompletas” laborales “no terminaron de dinamizar y flexibilizar” la estructura del mercado de trabajo.
Hidalgo enfatizó que las reiteradas “reformas incompletas” laborales “no terminaron de dinamizar y flexibilizar” la estructura del mercado de trabajo.
Cuando
Rajoy asumió el gobierno se propuso como prioridad la lucha contra el desempleo
en sus cuatro años de mandato. Una tarea que no será sencilla si no logra
equilibrar la frágil economía española, que ya no cuenta con el impulso
multiplicador de la construcción ni con la fuerza de su juventud que migra a
otros países o se levanta indignada para elevar su voz y decirles a los
políticos que no los representan.
Los
ajustes propuestos por el gobierno han traído más incertidumbre que certezas
para el mundo del trabajo. Sindicatos e industriales manifestaron su
disconformidad con las medidas adoptadas para restringir la deuda pública,
puesto que no aparecen medidas para impulsar la producción.
La crisis
expulsa a los españoles de su tierra
El 2011
es el año de los récords negativos para España, más de 50.000 personas
emigraron como consecuencia de la crisis económica. Las cifras fueron estimadas
por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que remarca un hecho nuevo: los
emigrantes superaron a los inmigrantes.
Entre los
destinos más buscados figuran Alemania, en primer lugar, Francia, Reino Unido y
Estados Unidos.
En el perfil de los que dejan España se destacan los jóvenes, más hombres (52%) que mujeres (48%). “La diferencia se debe a que entre los extranjeros los hombres sufren un paro mayor que las mujeres. Las familias se fragmentan. Ellas se quedan porque conservan el empleo y ellos se van con algún hijo”, concluye el Sociólogo Antonio Izquierdo, de la Universidad de La Coruña. En el caso de los españoles, la proporción es similar, ya que los empuja la falta de oportunidades.
En el perfil de los que dejan España se destacan los jóvenes, más hombres (52%) que mujeres (48%). “La diferencia se debe a que entre los extranjeros los hombres sufren un paro mayor que las mujeres. Las familias se fragmentan. Ellas se quedan porque conservan el empleo y ellos se van con algún hijo”, concluye el Sociólogo Antonio Izquierdo, de la Universidad de La Coruña. En el caso de los españoles, la proporción es similar, ya que los empuja la falta de oportunidades.
Cuando a
cierta edad no se pudieron concretar algunos sueños se empieza a mirar para
afuera. Por ello, entre los 32 y 36 años se encuentra el mayor número de
emigrantes.
Más de 4
millones de parados en España
“Emigran
los más jóvenes porque tienen mayor potencial. Es muy inquietante haber formado
magníficamente a una población y que ahora se la mandemos a los países
desarrollados”, anuncia con pesar el demógrafo Juan Antonio Fernández Cordón.
“Los que se van son jóvenes muy cualificados, con idiomas. Saben que lo que no hagan a los 35 años ya no lo harán”, agrega el catedrático Izquierdo.
Todo
cambia
En el año 2001, una Argentina sacudida por una feroz crisis económica enviaba a miles de ciudadanos hacia la madre patria. Hoy, el aeropuerto de Barajas, en Madrid, cambia el sentido del viaje y muchos españoles vienen a nuestra tierra. En 2011, ascendió un 36,6% la cifra de emigrantes que dejan España.
En el
Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de Barcelona afirman: “En
2008, cuando empezó la crisis, afectó a los extranjeros. A partir de mayo de
2010, se tomó conciencia de que afecta a los españoles y el sentimiento de
estar al borde del abismo no ha hecho más que crecer”.
El demógrafo y economista Juan Antonio Fernández Cordón analiza el desplome de la economía y lo relaciona con el saldo migratorio negativo que se conjuga por la disminución de las entradas de nuevos inmigrantes con el incremento de los que emigran.
El demógrafo y economista Juan Antonio Fernández Cordón analiza el desplome de la economía y lo relaciona con el saldo migratorio negativo que se conjuga por la disminución de las entradas de nuevos inmigrantes con el incremento de los que emigran.
“Los
inmigrantes cumplen dos funciones: ocupar puestos de trabajo y contribuir a la
dinámica demográfica. Al contrario de lo que opinan algunos políticos
ladradores, se observa que la mayoría son personas que no se quedan si no
tienen empleo o buena expectativa de tenerlo, algo que España ya no ofrece”,
sostiene Fernández Cordón. “No solo nos quedaremos sin nuestros mejores
jóvenes, también sin nuestros mejores inmigrantes”, concluye.
Las
estadísticas anuncian que los índices de natalidad seguirán bajando. Las
proyecciones hablan de 4,4 millones de nacimientos hasta 2020, lo que significa
un 4,7% menor que en la anterior década, especialmente por la disminución de la
cantidad de mujeres en edad fértil. Se estima también que la edad media para la
maternidad superará los 31 años.
Para el
2019 el panorama es todavía más complicado, se cree que las defunciones y la
vejez aumentarán superando a los nacimientos. Estos datos se relacionan con el
aumento de la esperanza de vida en dos años para los hombres (80,9) y en 1,5 en
las mujeres (86,3).
El Sociólogo Antonio Izquierdo vaticina que “La crisis económica está produciendo una involución demográfica. Aumentan las personas mayores, pero no los jóvenes”.
El Sociólogo Antonio Izquierdo vaticina que “La crisis económica está produciendo una involución demográfica. Aumentan las personas mayores, pero no los jóvenes”.
El
envejecimiento de la población en Europa puede convertirse en un factor
desestabilizador para las arcas de los Estados, puesto que la población
económicamente activa sería mucho menor a la pasiva que percibe sus pensiones.
La falta
de oportunidades que conduce al desempleo puede convertirse en un camino que
termina en un callejón sin salida. Si los jóvenes emigran, España sufrirá su
peor sangría y no habrá forma de tapar las heridas, pues no habrá gente
calificada para hacerlo.
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