El
candidato del partido conservador, Nicos Anastasiadis, logró el primer lugar en
las elecciones presidenciales con el 45,4% de los votos y deberá enfrentarse en
la segunda vuelta el próximo domingo 24 de febrero a Stavros
Malas, quien obtuvo el 26,9% de los sufragios con el respaldo de los comunistas
que formaban el gobierno saliente.
Los comicios se
llevaron a cabo en medio de una crisis económica que está asfixiando al país.
Por ello, el nuevo presidente tendrá que negociar la obtención de fondos del
rescate que propiciaría la Unión Europea y el FMI. Chipre fue el quinto país de
la eurozona en solicitar una ayuda financiera, en medio de la recesión y con el
desempleo rondando el 15%, desde junio se ha embarcado en conversaciones con la
Troika (el Fondo
Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) para
solicitar un plan de rescate de 17.000 millones de euros, lo que equivale a su
PIB anual. De ese monto, 10.000 millones se destinarían a sanear el sistema
bancario, que quedó muy golpeado por la crisis de la deuda de Grecia.
El
candidato del partido conservador, Nicos Anastasiadis triunfa en las elecciones Foto: EFE
Otro de los asuntos que deberá resolver el nuevo mandatario chipriota
será la reunificación de la isla, que está dividida por disputas entre griegos
y turcos desde 1974. En este aspecto, Anastasiadis lleva una ventaja, es el
único de los candidatos en haber dado su apoyo en el año 2004 a un plan de
reunificación que había presentado la ONU, que fue aceptado en su momento por
los turcochipriotas pero totalmente descartado por los grecochipriotas.
Nicos
Anastasiadis, el actual líder del partido Disy, presentó en su discurso de
campaña una propuesta más conciliadora para la obtención del préstamo
internacional, aunque estaría dispuesto a lograrlo con mayor austeridad. Sabe
que para el país es una de las pocas posibilidades que tiene para revertir la
crisis económica.
En
pocos días el líder conservador tendrá que enfrentar nuevamente en las urnas a
Malas, un ex ministro de Salud que es apoyado por el partido comunista Akel, el
mismo que llevó a la presidencia a Dimitris Christofias, quien optó por no
buscar la reelección.
Anastasiadis logra el 45% de los votos pero no evita la segunda vuelta Foto: AFP
Por muy poco margen, en tercer
lugar quedó Yorgos Lillikas con el 24,9% de los votos. Es un candidato
independiente que contó con el apoyo de los socialistas y el que propuso la
alternativa de vender algunos de los yacimientos de gas natural recientemente
descubiertos en la costa de Chipre con el fin de evitar nuevos planes de
austeridad y un rescate financiero. De cara a la segunda vuelta, Lillikas será
el árbitro de la contienda, puesto que los dos candidatos necesitarán de sus
electores para alcanzar el triunfo. Sólo su apoyo a Malas podría arrebatarle la
presidencia al candidato conservador.
No
obstante, Malas lleva en su mochila el peso del desgaste de su partido en los
años de gestión del gobierno de Christofias. Durante su mandato tuvo que soportar
la explosión y destrucción de la más grande central eléctrica, un hecho que
tuvo como saldo 13 víctimas y un revés económico, pues repararla le costó al
país un valor cercano al 10% de su PBI, unos de los factores que alimentaron la
recesión. También se le critica al presidente saliente el mal manejo de la
crisis bancaria, que fueron afectadas por la quita de deuda privada en Grecia,
se estima que perdieron unos 4.500 millones por esas operaciones. La mala
administración del Estado y la endeble economía dejan un legado sombrío para el
candidato Malas.
Por
otra parte, las autoridades electorales confirmaron que votó el 83% de los
545.000 electores autorizados, una cifra menor a la alcanzada en las anteriores
elecciones cuando la participación superó el 90 por ciento del padrón. Si bien
el voto es obligatorio en Chipre, la población se fija menos en esta ley por la
apatía que siente hacia la clase política.
Anastasiadis
es el alumno protegido de Ángela Merkel, quien ha respaldado públicamente al
candidato conservador. Ese apoyo estratégico para mantener buenos lazos con las
autoridades europeas juega un punto a su favor, lo mismo que su habilidad para
manejarse en los complicados laberintos que presenta la sociedad chipriota.
Este abogado de 66 años que dirige el partido Unión demócrata desde 1997,
buscará resolver de inmediato un acuerdo con los principales líderes europeos
para firmar el plan de rescate. A cambio de ello, Anastasiadis estaría
dispuesto a ceder ante el poder de Berlín y Bruselas permitiendo la aplicación
de recortes presupuestarios y la limitación del poder que ejercen los
sindicatos.
“El
resultado de hoy es una victoria de los ciudadanos. Es la victoria de las
fuerzas políticas que quieren que pasemos página”, enfatizó Anastasiadis al haber
ganado en primera vuelta.
Su
confianza está puesta en el resultado logrado y en el apoyo de Merkel, sus
posibilidades de ganar en la segunda vuelta son muy altas, un revés electoral
sólo podría darse si su rival Malas logra despegarse de la sombra de Christofias
y consigue los votos de Lillikas con los socialistas. El tiempo para
lograrlo es su mayor obstáculo, en una semana poco se podrá cambiar cuando las
urgencias económicas son la principal preocupación del electorado, asunto en el
que aparece mejor posicionado Anastasiadis por sus buenos vínculos con Europa,
aunque ese dato no es ninguna garantía en un continente que tambalea a diario.
Informe de Euronews
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