El complejo proceso de negociaciones para conformar
gobierno ha llevado al líder Netanyahu a buscar un acercamiento con las fuerzas
de centro. La convocatoria de Tzipi Livni causó gran sorpresa, puesto que había
sido uno de sus más duros rivales en la campaña.
Livni ocupará el cargo de ministra de Justicia y es
el primer pacto alcanzado para conformar un gobierno en un plazo que vence el
20 de marzo. La coalición de Livni, el partido Hatnuah, aboga por la reanudación del proceso de paz
con los palestinos.
“Somos los primeros en unirnos al Gobierno porque Irán, Siria y los
palestinos no son menos urgentes que repartir el peso de las responsabilidades
del Estado o el encarecimiento del nivel de vida”, afirmó Livni. También piensa
que “existe un imperativo estratégico y moral, para no dejar piedra por mover
para agotar cualquier posibilidad y ser parte de cualquier Gobierno
comprometido con la paz”.
Netanyahu y Livni esterchas sus manos en una conferencia de prensa Foto: EFE
La veterana abogada Tzipi Livni tendrá a su cargo la responsabilidad de
revitalizar las negociaciones del proceso de paz, que se encuentra bloqueado
desde 2010 y que ante la entrada de palestina en la ONU como estado observador
no miembro complicó el poco espacio para el diálogo. La ruptura del mismo era
alimentada también por la continua expansión de los asentamientos de colonias
judías en Cisjordania.
“Además de nuestro compromiso con la seguridad, debemos hacer todos los
esfuerzos posibles para promover un proceso de paz responsable”, reconoció
Netanyahu. “Negociaremos con los palestinos de acuerdo con unas directrices
generales que le transmitiré a Livni”, concluyó.
Con este acercamiento, Netanyahu cede parte de su
poder a las agrupaciones del centro, que fueron las que mejor posicionadas
quedaron tras los comicios y pondrá a Livni para coordinar el proceso de
diálogo con los palestinos.
Livni fue ministra en los Gobiernos de Ariel Sharon y Ehud Olmert. Desde
su gestión, respaldó los importantes esfuerzos de Sharon para alcanzar un
acuerdo en el Parlamento para un plan de retirada de Israel de la franja de
Gaza. Luego, en el 2006, asumió la
cartera de Relaciones Exteriores y la de viceprimera ministra. Más tarde,
encabezaría la lista del partido Kadima en las elecciones de 2009, que había ganado,
pero no pudo formar Gobierno. Desde entonces, Netanyahu construyó una coalición
y Livni lideró la oposición.
En noviembre de 2012 Livni formó su propio partido, con tendencia centrista,
el partido Hatnuah. Su programa ponía en primer lugar la revitalización de las
negociaciones de paz como único medio para sostener la seguridad y estabilidad
de Israel. En los comicios obtuvo seis escaños, frente a los dos de su antiguo
partido Kadima.
Livni se ha defendido de las críticas por la alianza con un líder de la
derecha: «Hace dos meses y medio fundamos un movimiento y nos comprometimos a
promover un acuerdo con los palestinos aunque no era rentable a nivel político.
Nuestro compromiso hacia el proceso de paz nos ha llevado a este acuerdo». Para
sus seguidores de centroizquierda el acuerdo con Netanyahu no concuerda con lo
que pregonaba en la campaña, pues había sido muy dura en sus consideraciones
con el líder de derecha.
«Yo critiqué la actuación del Gobierno en los últimos cuatro años pero
tras los comicios acordamos por el interés de Israel dejar todas las
diferencias y discrepancias a un lado», alegó Livni en su defensa por la
decisión tomada.
En el análisis político esta alianza beneficia principalmente a
Netanyahu, pues logra tener el respaldo de un partido de centroizquierda que
tiene a una dirigente respetada por EEUU, la UE y Ramala. Además, Livni tiene
buen diálogo con Abu Mazen.
"Está muy metida en los detalles de las negociaciones por eso tiene un conocimiento extenso y una visión clara de una posible solución. El nombramiento de Livni será un signo positivo si obtiene un mandato pleno y los poderes necesarios», argumentó Nimr Hamad, asesor político de Abu Mazen, quien espera que la designación de Livni permita que se ponga fin a la construcción de viviendas en las colonias.
Con esta nueva coalición, Netanyahu y Livni lograrán alcanzar 37 de los
120 escaños del Parlamento. El próximo paso para incorporar aliados podría
lograrse con Mofaz, líder del centrista Kadima que posee sólo dos bancas.
Por otra parte, las corrientes ultra ortodoxas judías, Shas y Judaísmo
Unido de la Torá, mostraron su disposición a dialogar para la conformación del
Ejecutivo, pero no han tenido contacto aún con Netanyahu.
Ha transcurrido un mes desde las elecciones en Israel y Netanyahu aún no
ha podido establecer un gobierno de coalición, las dudas siguen siendo hasta ahora la única noticia. No están
garantizados los respaldos de quienes salieron segundos y cuartos, el centrista
Tesh Atid del ex periodista Yair Lapid (19 escaños) y el ultraderechista Habait Hayehudi (12 bancas),
que lidera Naftali Benet con los nacionalistas religiosos.
La pregunta más difícil de contestar en este proceso político complejo
es si Netanyahu podrá alcanzar los acuerdos necesarios para conformar gobierno
en tan sólo un mes. Sin duda, tendrá que ceder espacios de poder y ser más
tolerante con las agrupaciones que se encuentran en el otro extremo ideológico.
También tendrá que dar señales claras de que tomará la decisión de resolver el
conflicto con los palestinos, porque esa postura permitirá aliviar la tensión
que hay en la región, a la vez que obtendría un amplio respeto internacional.
Informe de Telesur
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