Los ciudadanos griegos están cansados de los
programas de austeridad del gobierno, la presión ya parece insostenible. Las
calles de Atenas mostraron el enojo de la gente en la huelga de 24 horas realizada
este miércoles.
La medida adoptada paralizó el comercio y las
actividades del sector público, los ferrys no funcionaban y se interrumpieron
los servicios de trenes y aviones. Las escuelas cerraron y los
hospitales funcionaban sólo para emergencias.
Vista de la plaza Syntagma. Los manifestantes protestan contra las medidas del gobierno Foto: Reuters
La resistencia de la población ocurre a una semana
del próximo rescate que planean la comunidad financiera internacional.
Los sindicatos ya se habían manifestado en numerosas ocasiones por medio
de huelgas para exigir que se terminen los recortes presupuestarios impuestos
en los rescates anteriores.
La oposición y los sindicat opinan que las nuevas medidas incrementarán la pobreza y profundizarán la recesión que dura ya cinco años, en un país con el 25% de desempleo.
La protesta nacional contra los recortes de sueldos y alzas de impuestos demuestra el creciente descontento de los griegos ante las alarmantes cifras del desempleo y los niveles de pobreza.
"Mientras continuemos la lucha, habrá una esperanza de futuro. Es un mensaje para que cambien de política. Es un mensaje que transmitimos a todo el mundo, porque si no resistimos, nos quedamos sin futuro", afirmaban los sindicalistas.
Los dos mayores sindicatos del país vienen denunciando los recortes, afirman que sólo agrava la peor recesión que Grecia haya tenido en tiempos de paz.
"El dinero ya no es suficiente para llegar a fin de mes. No sé qué más puede hacer la gente, salvo protestar. La calidad de vida se ha degradado hasta el punto de ya no podemos ni sobrevivir", manifiestan con dolor.
La concentración derivó en algunos incidentes violentos cuando llegó a la Plaza Syntagma.
Informe de Agencia EFE
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