Cuando
la violencia ha generado conmoción en la población todos los argumentos y leyes
previas quedan en el aire. La matanza ocurrida en la escuela de Newtown empujó
al presidente Barack Obama hacia la lucha abierta para frenar la venta masiva
de armas, primero comisionó al vicepresidente Biden para dialogar con todos los
actores involucrados y este miércoles anunció que enviará al Congreso una
ambiciosa propuesta para prohibir la venta de armamento de uso militar. Al
mismo tiempo, firmó varios decretos que le permiten intervenir sin el
consentimiento parlamentario para activar rápidamente las medidas de control.
El
camino que ha tomado Obama estará minado de obstáculos, ya que gran parte de
los congresistas han llegado allí por campañas financiadas por la NRA. Con
estas medidas, el presidente norteamericano abrió un frente de conflicto con
una de las organizaciones más poderosas del país y de los negocios más
importantes, sino el mayor. Entonces, dinero y poder serán sus contrincantes
más afilados, figuras que pueden adoptar mil y una caras, un enemigo que puede
ser muy sutil y silencioso cuando se propone resguardar privilegios.
Para
hacer una primera movida fuerte, Obama se presentó ante el público en compañía
de los familiares de la escuela de Newtown, con niños que reclaman el fin de la
violencia y por las encuestas que ya arrojan datos del hartazgo de gran parte
de la población. Obama le pidió a cada compatriota para que presione a quienes
los representan en el Congreso para que se reduzca la cantidad de armas en
manos de civiles. “Si hay una sola vida que podamos salvar, tenemos
la obligación de intentarlo. Tenemos la obligación de actuar ahora”, anunció el
presidente en la ceremonia que organizó para dar a conocer su propuesta.
La
idea de Obama es audaz porque se enfrenta a las tradiciones, la historia y a
una industria poderosa. En su iniciativa le pide al congreso la prohibición de
la armas de asalto( los rifles automáticos y semiautomáticos que usan los
militares en la guerra), que limite a 10 municiones los cargadores que se
venden y que los comerciantes exijan la certificación de identidad junto a los
antecedentes del comprador.
A
esta última restricción se opone tenazmente la NRA porque podría poner en
peligro su negocio. En la actualidad, un gran porcentaje de las armas se venden
en ferias y convenciones, lugares que están amparados por la ley. En esos
eventos, se puede comprar armas sin ningún límite ni identificación. Lo mismo
sucede con lo que vende a través de internet, no hay limitaciones, de hecho
cualquier delincuente puede armarse hasta los dientes por estos medios.
El
negocio de las armas ostenta el podio del poder económico junto al narcotráfico
y petróleo. Si el Congreso llegara a promulgar una ley que afecte su juego,
cabe la posibilidad de que caigan las
ventas y se mejore el trabajo de la policía en las calles. Está muy claro que a
la NRA no le interesa la gente sino lo que puedan consumir. Las leyes del
mercado por encima de las normas de convivencia, el poder del lobby aplastando
ideas de cambio con la compra de voluntades, armas en las calles y en la
guerra, esa es la meta de la NRA. La defensa de la Segunda Enmienda es la
excusa que le permitió crecer exponencialmente en el ranking del poder
económico.
Obama firma la propuesta acompañado por los niños y familiares de la masacre en Connecticut
Las posibilidades de aprobación de
las medidas solicitadas por el presidente son inciertas. Si bien los demócratas
son mayoría en el Senado, de ser aceptada allí, luego de pasar a la Cámara de
Representantes, que se encuentra bajo el control republicano.
El mensaje que emitió la NRA al conocer
el paquete de medidas impulsado por Obama hizo ruido enseguida, les dijo a sus
seguidores que el Gobierno les va a quitar sus armas, mientras en algunas
radios conservadoras hablaban de un regreso a la guerra civil. Otros fueron más
allá en su carga contra Obama, Steve Stockman, un congresista republicano por
Tejas advirtió que la prohibición de del uso de armas podría dar motivo a la
destitución del presidente (impeachment), por cuanto supondría un
desconocimiento de la Segunda Enmienda de la Constitución de EEUU.
Por ello, Obama tuvo el cuidado
de no establecer nuevas limitaciones por decreto y se limitó a mejorar el
sistema actual con las 23 medidas presentadas.
Las 23 medidas para el control de
armas del presidente
1.- Promulgar un Memorándum que exija a las agencias federales la puesta a
disposición de datos importantes para el sistema nacional del control de
antecedentes.
2.- Estudiar las barreras legales innecesarias, en especial las
relacionadas con la Ley de Responsabilidad y Transferencia de Seguros
Sanitarios, que puedan impedir a los Estados la puesta a disposición de
información para el sistema de control de antecedentes.
3.- Mejorar los incentivos para que los Estados puedan compartir
información con el sistema de control de antecedentes.
4.- Encargar al Fiscal General la revisión de los grupos de personas que
tengan prohibido el acceso a las armas para cerciorarse de que los individuos
peligrosos no se amparan en vacíos legales.
5.- Proponer un marco legal que proporcione a los agentes de la ley la
posibilidad de realizar un control exhaustivo de los antecedentes de un
ciudadano antes de devolverle un arma incautada.
6.- Publicar un documento de la Oficina de Armas, Alcohol y Tabaco para
todos los vendedores de armas con licencia con las instrucciones sobre cómo
realizar los controles de antecedentes a los compradores particulares.
7.- Lanzar una campaña sobre la posesión segura y responsable de armas de
fuego.
8.- Revisar los protocolos de seguridad de los seguros de las armas de
fuego.
9.- Promulgar un Memorándum que exija a los agentes federales el
seguimiento de las armas incautadas durante las investigaciones criminales.
10.- Publicar un informe del Departamento de Justicia
en el que se analice la información sobre las armas extraviadas y robados y
distribuirlo entre los agentes de la ley.
11.- Nombrar al director de la Oficina de Armas,
Alcohol y Tabaco.
12.- Dotar a los agentes de la ley, a los miembros de
los servicios de emergencias y a los profesores de entrenamiento adecuado para
responder en un caso de tiroteo.
13.- Maximizar los recursos de las fuerzas de seguridad
destinados a prevenir la violencia armada y la persecución de los delitos
relacionados con las armas de fuego.
14.- Promulgar un Memorándum que exija a los Centros de
Control de Enfermedades la investigación de las causas y de la prevención de la
violencia armada.
15.- Encargar al Fiscal General que dirija un informe
sobre la disponibilidad y el uso más eficaz de las tecnologías relacionadas con
la seguridad en las armas y la posibilidad de que el sector privado desarrolle
tecnología innovadora en la materia.
16.- Aclarar que la Reforma Sanitaria no prohíbe a los
médicos preguntar a sus pacientes sobre las armas que poseen en sus casas.
17.- Publicar una carta a las compañías de seguros
médicos en las que se aclare que ninguna ley federal les prohíbe informar sobre
amenaza de violencia a las autoridades.
18.- Promover incentivos a los colegios para la
contratación de personal auxiliar.
19.- Desarrollar un plan unificado de respuesta en caso
de emergencias para las escuelas, lugares de culto e instituciones de enseñanza
superior.
20.- Publicar un documento dirigido a los funcionarios
de salud aclarando el ámbito de servicios sanitarios que deben cubrir los
planes del Medicaid.
21.- Promulgar disposiciones que aclaren cuáles son los
beneficios sanitarios fundamentales y los requisitos de paridad incluidos en la
Reforma sanitaria.
22.- Comprometerse a desarrollar normativas que regulen
la atención de los enfermos mentales.
23.- Promover un diálogo nacional sobre la salud mental
liderado por los secretarios [Kathleen] Sebelius [Sanidad] y [Arne] Duncan
[Educación].
Informe de Visión 7
No hay comentarios:
Publicar un comentario