En
la jornada de ayer el vicepresidente Joe Biden se reunió en la Casa Blanca con
los integrantes de la Asociación Nacional Del Rifle (NRA) para intentar
coordinar nuevas medidas para contener la violencia. El resultado del encuentro
era previsible, los miembros de la entidad ultraconservadora se retiraron sin
hacer ningún aporte e incluso se manifestaron decepcionados por la iniciativa
que ha tomado el gobierno de restringir la venta de cierto tipo de armamento.
La
NRA mantendrá su influencia en los aliados que tiene en el Congreso para frenar
cualquier proyecto relacionado, puesto que defiende el interés de la industria
armamentista aduciendo que se amparan en la segunda enmienda de la
Constitución. Luego, en un comunicado, expresaron sus críticas: "Nos decepcionó ver cuán poco tuvo que ver esta
reunión con los esfuerzos para mantener seguros a nuestros hijos y cuánto con
una agenda para atacar la segunda enmienda". Además, defendieron a los que
portan armas en forma legal, con tono crítico dijeron que "No van a
permitir que dueños de armas sean culpados de los actos de criminales”.
El
vicepresidente Biden tiene a su cargo la tarea de poner un límite a la venta
masiva de armamento y aseguró que “la sociedad quiere que actuemos”. Los
últimos acontecimientos violentos fueron creando un clima de tensión entre la
ciudadanía. Tras la feroz matanza en el cine de Aurora, en el mes de agosto, el
presidente Obama empezó a tomar nota de la necesidad de tomar medidas drásticas
para frenar el descontrol con las armas y expresó que “muchos tenedores de armas estarán de acuerdo
en que un rifle de asalto debe estar en manos de soldados y no de criminales,
que pertenece al campo de batalla de la guerra y no a las calles de nuestras
ciudades". Luego
agregó: "tampoco deben tener tan fácil acceso quienes sufran problemas
psicológicos”.
Biden
fue más contundente aún, comentó que el presidente Obama tomó la determinación
de detener la violencia a la brevedad, incluso dejó entrever que si el Congreso
no coopera con el tema el gobierno podría tomar una decisión unilateral a
través de una acción ejecutiva.
Para
desarrollar la nueva legislación, el vicepresidente trabajó con varios asesores
del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien fuera uno de los mayores
impulsores de la lucha contra la inseguridad urbana y un severo crítico del
actual sistema de ventas de armas.
Por
otra parte, el equipo de la Casa Blanca
buscó otras negociaciones para manejar distintas alternativas para una
solución, intentó conseguir el respaldo de la cadena Walmart, que es uno de los
mayores vendedores de armas del país en sus tiendas.
Las
matanzas que sacudieron a EEUU
2012:
Adam Lanza, de 20 años, mata a su madre en su casa y va a una escuela de
Newtown (Connecticut) donde asesina a 20 niños y seis adultos.
2012:
James Holmes, de 24 años, acribilla a 12 personas y deja heridas a 58 en un
cine de Aurora (Colorado) en el estreno del último film de la saga de Batman.
2009:
Jiverly Wong, de 41 años, asesina a 13 personas en el centro para inmigrantes
del Estado de Nueva York en el que trabajaba. Terminó quitándose la vida..
2007: Un
estudiante de la Universidad de Virginia Tech, Seung Hui Cho, dispara a 32
personas y deja más de 20 heridos en el campus, antes de suicidarse.
1999: Los
estudiantes E. Harris y D. Klebold, de 18 y 17 años, respectivamente, matan a
13 personas y dejan 20 heridos en el instituto Columbine de Littleton
(Colorado). Luego se quitan la vida.
1991: George
Hennard, de 35 años, asesina a 23 personas en una cafetería de Tejas y se
suicida.
1986: Un
empleado de Correos de 44 años, Pat Sherrill, mata a 14 personas en una oficina
postal de Oklahoma. También se suicida el atacante.
1984:
James Oliver Huberty, de 41 años, mata a 21 personas en un restaurante
McDonald’s de California, Después es abatido por la policía.
1966: Un
ex francotirador del Ejército, Charles Whitman, de 25 años, mata a 16 personas
en la Universidad de Tejas, en Austin.
El historial desenfrenado de violencia que vive la sociedad
norteamericana tuvo su eclosión cuando las imágenes de 20 niños asesinados en
una escuela de Connecticut conmovieron al mundo entero. Tanta crudeza y crueldad
encendieron la mecha del dolor y el descontento, por eso hoy el presidente
Obama está absolutamente determinado a buscar un límite. No hacerlo, sería
permitir que la ficción que consumen en la TV, el cine y los videojuegos
reemplace a la realidad. Tal vez, esos ámbitos son los que alimentan la
idiosincrasia del “tiro al blanco”, en las pantallas se va conformando la
mentalidad belicista.
Por ello, la ley por sí sola no cambiaría nada, debe ser acompañada por
un cambio cultural que se enfoque en el valor de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario