El mundo y sus protagonistas


martes, 20 de septiembre de 2011

Adicción a Internet. Cuando no se puede dejar la Web

Explicar la relación entre cultura y consumo nunca ha resultado sencillo. La cultura ha estado asociada, en distintas épocas, a lo que se oponía al mero acto de consumir, pues, a esto último, se lo asociaba con lo superficial. En esa línea de pensamiento, se valoraba más la lectura de un libro que la compra de un objeto para, en algunos casos, presumir de una posición social destacada.

Pero en los hechos, la cultura resulta un consumo. Es así que un libro se vende para poder llegar a él y para tener Internet, primero hay que comprar una computadora. Por ello, ya no podría concebirse como “pecado” hablar de consumos culturales.

Por ejemplo, bajar música de la web y después escucharlo en un mp3 es a la vez un acto del consumo cultural que se está personalizando. Entonces, lo que ha cambiado y se ha multiplicado es el modo de participar en la cultura.

Hoy, la mayoría de los hogares tienen Internet y gracias a ello es posible bajar o subir música, videos o contar tu vida en Facebook. Todas estas acciones suelen ser actividades individuales que crean un clima que puede llevar al aislamiento como paso previo a una conducta adictiva. 


                              Saber parar a tiempo. Buscar otras opciones para el tiempo libre


Es por ello, que debemos analizar y observar cuidadosamente cómo se vinculan los niños, preadolescentes y adolescentes en las redes sociales, puesto que esas interacciones vienen creando nuevos hábitos. Si bien son grupos que aparentan estar unidos por el ciberespacio, no dejan de ser vínculos virtuales. Por lo cual, la vida social de estos chicos y jóvenes que viven pendientes de la web, puede llevarlos a caer en la trampa de creen que necesitan estar conectados todo el tiempo. Si se llega a esta conducta repetitiva en forma obsesiva o si se manifiesta excesiva ansiedad por no estar online, pueden aparecer las siguientes consecuencias:

. La vivencia cultural conjunta y familiar tiende a fragmentarse

. Internet ha generado nuevos hábitos y lenguajes propios para comunicarse, con sus   códigos y jergas que van variando según la edad. Esto puede levantar barreras en el diálogo con los adultos y complicaciones en el hogar al no querer compartir tiempo y espacios con la familia.

. El nuevo mundo virtual creó nuevas motivaciones de consumo que afectan lo vincular.

. El permanente apego a la web puede traer consigo alteraciones en el carácter: irritabilidad por no estar conectado, pérdida del apetito, dificultades en el ámbito laboral, descuido en la higiene.  
 
. La vivencia cultural conjunta y familiar tiende a fragmentarse.

. Internet ha generado nuevos hábitos y lenguajes propios para comunicarse, con sus códigos y jergas que van variando según la edad. Esto puede levantar barreras en el diálogo con los adultos y complicaciones en el hogar al no querer compartir tiempo y espacios con la familia.

. El nuevo mundo virtual creó nuevas motivaciones de consumo que afectan lo vincular.

. El permanente apego a la web puede traer consigo alteraciones en el carácter: irritabilidad por no estar conectado, pérdida del apetito, dificultades en el ámbito laboral, descuido en la higiene.  


Ese nuevo espacio virtual ya creó una nueva manera de relacionarse. El caso paradigmático es Facebook, un programa que logró convertir a la vida privada en una ventana abierta para ventilar sus vivencias y hacerse visible en la red. La cultura del espectáculo que vivimos hoy hace que casi todo se haga para ser visto, exhibirse, mostrase todo el tiempo para “ser popular” es el código que alimenta esta rueda que no deja de girar sin dirección.


                                               Vivir conectado todo el tiempo



En la Argentina hay 16.800.000 personas que usan Facebook. Una encuesta de la consultora ComScore Media Metrix detectó que los argentinos utilizan la red social en un promedio de 21, 2 minutos por día, es decir, unos 635, 5 por mes. Los números dicen que permanece conectado más de 10 horas mensuales en la red. Entre los latinos, también lideramos la cantidad de tiempo que pasamos online, se estima que se navega por internet unas 27 horas por mes, superando en cuatro horas el promedio mundial de tiempo conectado. El dato más preocupante surge de la franja que va de los 15 a los 24 años, puesto que pasan 33, 1 horas al mes frente a la computadora.

El informe de ComScore sobre el perfil de los internautas en Argentina sostiene que pasan el 30 por ciento de conexión en las redes sociales. En este sentido, los estudios detectaron que la conectividad a las redes virtuales se incrementó en un 12 % en el último año, un aumento que ya lidera el crecimiento que se da a nivel regional y mundial.

El estudio también examina cómo se manejan con otras herramientas tecnológicas y contenidos: al mail le dedican el 7 % del tiempo y un 18% lo comparten con el envío de mensajes de texto. 

Esa creciente sobreestimulación digital hace que sea prácticamente imposible incorporar el paquete de información diario que se genera en la web. Hoy, adultos, jóvenes y niños no tienen tiempo físico para contestar la cantidad de mails y mensajes que llegan vía Facebook o Twitter. Algunos le dedican más de 80 horas semanales a esta tarea.

Por otra parte, otros especialistas empiezan a hablar de estrés digital o tecnoestrés, aseguran que navegar muchas horas por la web y vivir tan pendientes de las redes sociales acerca a la adicción.
Los síntomas del tecnoestrés se ven en la ansiedad que les genera a los cibernavegantes ver su bandeja de entrada llena o por la excesiva compulsión por revisar los mensajes de Facebook y Twitter varias veces por hora.

Para algunos adultos y jóvenes Facebook es una buena herramienta para comunicar y promocionar un servicio, negocios y vincularse con viejos amigos. Sin embargo, para los niños puede convertirse en un riesgo si lo viven como algo real, porque su utilización en exceso puede llevarlos al aislamiento. Es llamativo ver como muchos jóvenes no pueden vivir sin actualizar su Facebook, hasta lo llevan en su celular. Creen que toda su vida se organiza desde allí. Ese apasionamiento los deja muy cerca de subir la escalera de la adicción. Por ello, se recomienda a los padres que se incorporen a la red de sus hijos para ver cómo interactúan y con quién. 


 
Algunas reflexiones sobre Facebook

Por el contrario, para quienes pueden navegar sin perder el dominio propio, Internet resulta un excelente instrumento para buscar información, para crear un blog o una página web. Son los que logran encontrar beneficios en su uso, de hecho las nuevas generaciones o los llamados nativos digitales nadan como pez en el agua en esta era multimedia.


Más conectados, pero más solos

Los especialistas hablan de cambios de paradigmas en los consumos culturales, en el cual los usuarios eligen cómo y cuándo consumir. De hecho, existe una migración de lectores de los diarios de papel al electrónico o se miran películas en la PC, cambios que ya modifican la estructura económica de ciertos negocios. En este nuevo contexto, los argentinos se entretienen en casa solos y usando tecnología. Los sociólogos definen la tendencia: el consumo cultural se está personalizando.

Estas actividades siguen arraigándose con fuerza en los hogares, pero se hace cada vez más en solitario. Navegar por internet, estar pendiente de Facebook muchas horas al día, usar el celular para jugar, son acciones realizadas por fuera del entorno familiar, aunque se hagan en el mismo hogar. La nuevas tecnologías de la información (TIC) han producido un cambio radical en cómo se utiliza el tiempo libre.

Ha cambiado definitivamente el paradigma del consumo: el usuario ha empezado a tener control, a manejar su propio paquete tecnológico, a decidir cuándo y cómo lo usa. Alejandro Piscitelli describe el nuevo panorama en su obra Meta Cultura cuando nos dice que “los ciudadanos de la cibercultura sentimos, pensamos y actuamos en un tiempo y un espacio irreductibles a los de la civilización de consumo tradicional (…) Formamos parte de la primera generación en tiempo real”.

Inmediatez, tiempo real, cero espera, lo quiero ya. El joven actual rompe el modelo de comunicación de masas, en donde era fácilmente reconocible el emisor y receptor de un mensaje, es decir, el recorrido era de uno a muchos en un momento preestablecido. Ese dibujo comunicacional se diluye con la aparición de la web 2.0, que implica un mundo multidireccional. Aquí ya no hay unos pocos emisores, las redes sociales han permitido que cada uno consuma y produzca contenidos al mismo tiempo, se los llama prosumidores.

En los hogares, la televisión dejó de ser el gran protagonista. La PC y las netbook acaparan toda la atención, se navega a toda hora, incluso si en la casa hay Wi Fi pueden conectarse desde su dormitorio. Estos cambios siguen desacomodando a los padres que intentan limitar las horas que pasan frente a la pantalla.


La generación 2.0

Ya no se juega a la pelota en la calle, ni se le pone masilla a los autos para hacer carreras en la calle. Los niños de hoy son los nativos digitales, aquellos que nacieron entre los bips de una PC, gatearon luego hasta llegar al teclado y no sacaron más su ñata de la pantalla. 

Viven pegados a sus celulares y netbook, para ellos es su hábitat natural, los apasiona la tecnología. Navegan sin parar, se cuelgan de Facebook para contar cada movimiento que realizan en el día, suben sus fotos y se pavonean en la red como vedettes experimentadas.

El tema, en cambio, empieza a preocupar a los padres. Los agobia que pasen tanto tiempo interactuando con máquinas en vez de estar con personas reales, y piensan que sus comportamientos son cada vez más caóticos, no tienen horarios y no cumplen con sus actividades escolares. Les aterra verlos tan dispersos.




Según la consultora Booz Allen, a los veinte años los chicos de la “Generación Tech” habrán pasado unas diez mil horas jugando a videogames, habrán mandado y recibido unos 200.000 mail y sms. También usarán diez mil horas más hablando con sus celulares.

A ese paquete de horas usando tecnología hay que sumarle la gran cantidad de tiempo que ahora le dedican a las redes sociales, en particular, Facebook y Twitter

Otro asunto que trae desconfianza para los padres es que Internet permite el ciberanonimato, un elemento que libera a algunos de sus inhibiciones y timideces. Allí, se puede ser cualquier cosa, porque los demás no pueden ver. Los chicos necesitan construir su privacidad para poder hacer cosas de adultos, y en la web la encuentran. La adolescencia como etapa tiene la misma esencia que hace 20 años, es el tiempo de la búsqueda de la identidad y la necesidad de rebelarse frente a los límites se mantienen iguales. Pero ahora el camino es virtual. La tecnología es la nueva forma de independizarse, pueden crearse su propio mundo online.

Pero no todo es oro que reluce, esa elección incluye un riesgo: la de caer en una dependencia absorbente que lo lleve a una adicción a la web.


Motivaciones y uniformidad 

Muchos especialistas estudian qué impulsa a los adolescentes a estar tantas horas frente a la pantalla. Para ello hay que comprender qué los motiva y con qué se identifican. La aceptación del grupo de pertenencia uniforma la conducta y crea tendencias. Si alguien no está en las redes sociales queda fuera de las conversaciones diarias que allí se generan, puesto que pasan más horas allí que en el contacto cara a cara.

Y todo eso se hace por una razón, ya sea mitigar una sed, no quedar desactualizado con lo nuevo, combatir el aburrimiento, para subir sus últimas fotos en Facebook o para escribir un post en su blog.

El grado personal de motivación depende de la distancia entre el estado presente de la persona y sus metas.  Pero, en ocasiones, las personas, y en particular los adolescentes, hacen cosas que aumentan su estado de impulso al consumo en lugar de reducirlo. Aquí entran en juego otros factores: entorno familiar, estructura psíquica de la persona, la presión social enmarcada en las necesidades de reconocimiento por sus pares. En conclusión, una motivación excesiva por el uso de la tecnología puede derivar en una obsesión.

En la pirámide de jerarquías de necesidades que planteaba Maslow en 1970, se podrían vislumbrar algunas motivaciones que lo jóvenes creen encontrar a través de Internet. En primer término, podrían satisfacer la necesidad de auto-trascendencia, por ejemplo, por medio de un blog. En segunda instancia, habría cierta autorrealización al personalizar un software con un perfil que los distingue. También satisface sus necesidades de estima de los demás al estar comunicado permanentemente en Facebook, a la vez que se siente parte de un movimiento social que le da un sentido de pertenencia, pues se maneja con sus propios códigos y jergas.

La motivación es lo que nos hace decidir, por día tomamos más de 80 decisiones desde que nos levantamos hasta que vamos a dormir. Si los jóvenes creen que lo que pasa en la red es más importante que en la realidad, entonces, lo que debemos hacer los adultos es intentar entrar en su mundo cibernético para no perderlos de vista. 


Las carencias

Todo exceso, se sabe, trae consecuencias físicas y emocionales. Entre ellos, se encuentra el estado de alienación, un concepto que Fromm lo asocia al concepto de idolatría del Antiguo Testamento: “para los profetas idolatría no era adorar muchos dioses en vez de uno, sino adorar ídolos, es decir, dioses hechos por las manos del hombre. Eran sólo cosas, y el hombre se inclina y adora cosas que él mismo ha creado”.

Tal vez, el concepto de alienación sirve para graficar la esclavitud de un adicto a Internet. 

Una persona puede estar en un estado de alienación cuando:

. Pierde contacto social con las demás personas

. Deja de utilizar su propio juicio e inteligencia para ser parte de algo o de un sistema

. Pierde la posibilidad de usar sus propias habilidades por copiar o imitar conductas

. No progresa por el aislamiento y la soledad


Las modas tienden a uniformar, imponen tendencias que influyen en las elecciones de los jóvenes y marcan el territorio donde “deben” habitar.  Este mecanismo de la sociedad de consumo es un camino unidireccional por el que hay que transitar sí o sí. No hacerlo implica quedar fuera del grupo de pertenencia.

La uniformidad es el mejor mecanismo para aplastar individualidades y para crear un mercado cautivo. Si pensamos en chicos y chicas con menos de 14 años que son llevados casi de las narices por estas tendencias, deberíamos reflexionar qué rol debemos ocupar los adultos frente al avance de las redes sociales en la vida cotidiana.

La pregunta que deberíamos hacernos los padres es si es necesario que un menor de 13 años tenga su lugar en Facebook.




Causas de la dependencia

Las causas por las que un adolescente o preadolescente llega a un esquema de dependencia que lo lleva a la adicción, tienen que ver, en algunos casos, con una determinada estructura psicológica, un entorno familiar particular, con una historia personal de ese individuo que deja huellas y, además, con un medio social que lo impulsa a consumir algo que todos usan.

Para la psicóloga Graciela Domínguez, son chicos con enormes carencias afectivas. Considera que el nivel socioeconómico no es determinante de la adicción. Esta característica puede mantenerse en cualquier nivel social y en hogares en donde los padres no pueden tener, por diversas circunstancias, o por su propia estructura de personalidad, un buen nivel de acercamiento afectivo con su hijo. 



Se puede considerar que una actividad se volvió adictiva cuando lo que uno hace termina siendo improductivo, porque no realiza otra cosa. Según Echeburúa y Corral (1994), cualquier conducta normal placentera es susceptible de convertirse en un comportamiento adictivo. Por lo cual, lo que hay que analizar es si esa actividad repetitiva  predispone a una dependencia y comprender qué relación entabla con ella. Ese vínculo podría convertirse en negativo y destructivo cuando el joven es incapaz de controlar o  decidir cuándo parar.

Algunos científicos han encontrado en personalidades estigmatizadas por su ideología, etnia o timidez, que si se sumaban a grupos virtuales para interaccionar con la gente podían encontrar cierta autoaceptación e, incluso, incorporarlo a su identidad. Esta relación en el ciberespacio reforzaría los patrones para ser absolutamente dependientes de la web.

Un estudio de Kraut y Cols (1998) consideraba que Internet contribuía a reducir el círculo social y afectaba el bienestar psicológico, desplazando la actividad social, reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más débiles. Estiman, también,  que las amistades creadas en la red parecen ser más limitadas que las respaldadas por una proximidad física.


Criterios del diagnóstico

Goldberg (1995) propone un conjunto de criterios para el diagnóstico del llamado desorden de adicción a Internet basados en procesos similares a los que se dan en el abuso de sustancias o drogas. Los rasgos que definen esta dependencia son:

1-    Intolerancia. Cuando existe una necesidad de incrementar notablemente la cantidad de tiempo en la web para lograr satisfacción.
  
            Malestar en la abstinencia. El característico síndrome de abstinencia puede ser percibido por :
. Cesación o reducción del uso de Internet cuando era muy prolongado.
. Síntomas que aparecen: agitación motora, ansiedad, pensamientos obsesivos  acerca de lo que ocurre en internet, sueños relacionados con la red, movimientos de tecleo voluntarios o involuntarios.

Abandono de su vida social. Los síntomas que aparecen causan malestar o deterioro en las áreas social, laboral, estudios y familia.
. Emplea mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet
. Se complica su vida social, laboral y recreativa, o se reduce notablemente.
. El uso exacerbado de la web trae privación del sueño, llegan tarde a todos lados, abandonan sus deberes escolares.




Por otra parte, Greenfield señala un conjunto de criterios para la identificación y predicción de la adicción a Internet:

La cantidad  de horas que pasa conectado por día

Otras personas observan y piensan que tienes un problema con la web

Experimentar consecuencias serias en la salud

Avanzar en una intensa intimidad en la red

Mantener la cantidad de tiempo que se pasa conectado en secreto

Edad (cuanto más joven, se incrementa el riesgo de adicción)

No poder esperar para llegar a la computadora y conectarse.


Cabe aclarar que muchas personas, por razones de trabajo o estudios, deben pasar muchas horas navegando o delante de la PC, pero ello no los convierte necesariamente en adictos. Para algunos puede resultar un proceso de búsqueda de información que les permite aprender mucho en muy poco tiempo.


Efectos negativos sobre la salud

Una de las principales consecuencias es la privación del sueño, que se produce por la incapacidad del adicto a interrumpir la conexión. De este modo, puede permanecer despierto hasta altas horas de la madrugada o directamente no ir a dormir. Esa conducta trae fatiga, debilita el sistema inmunitario y un paulatino deterioro en la salud.

Otro de los resultados es el incremento de estados depresivos por el aislamiento del círculo social y familiar. Según Pratarelli y Cols, se produce un ciclo en el que la soledad y la depresión alimentan el uso de Internet. También aparecen alteraciones del humor, ansiedad o impaciencia por la lentitud de las conexiones o por encontrar lo que está buscando en la red, que lo puede llevar a un estado de conciencia alterado, irritabilidad excesiva por la interrupción de la conexión y pérdida de la concentración para realizar otras tareas.




Nicholas Carr, un analista norteamericano que estudió los efectos de Internet, habla de “ecosistema de la distracción” en su libro Superficiales. En él se plantea qué está haciendo la web con nuestras cabezas y trae algunos resultados que vinculan el vivir hiperconectados con las distracciones, olvidos y descuidos de las tareas diarias, cuestiones que darían un indicio de cómo este estilo de vida influye en la biología cerebral. Por ello, entiende que los habitantes del mundo digital tienen menos capacidad de concentración para encarar tareas que demandan una atención bien enfocada.



El distanciamiento social trae como consecuencia que no se establezcan lazos verdaderamente sólidos ni relaciones emocionales estrechas. Poco importa la cantidad de contactos que podamos tener en Facebook, nada puede reemplazar la profundidad y la calidez de una amistad real o del diálogo frontal. Tampoco importa cuántos puntos logremos en un juego en red. La verdad se encuentra fuera de las pantallas.


                  Muchos especialistas ven a Facebook como una plataforma que acerca a la adicción


Cuando el adicto puede entender esto es cuando ya puede dar un paso importante para volver a la realidad y reencontrase con los suyos. 

Resulta imperioso que los padres puedan anticiparse aprendiendo todo lo relativo al uso excesivo de Internet y sus efectos sobre la salud de los hijos.


Tratamiento de la adicción a Internet

En España, Echeburúa (1999) elaboró un programa de tratamiento para las adicciones psicológicas que se aplicó para Internet.

Entre las distintas instancias para tratar al paciente, el programa contiene las siguientes pautas:
. Controlar los estímulos vinculados a la adicción: evitar la conexión, limitar el tiempo de navegación y conectarse en compañía de los padres.

. Solucionar los conflictos específicos relacionados con la abstinencia: Control de la ansiedad, seguimiento del ánimo para no caer en estados depresivos, resolver los conflictos interpersonales, ayudarlo a crear un nuevo estilo de vida promoviendo un equilibrio adecuado entre deberes y deseos.

. Practicar otras actividades en el tiempo en que usaba habitualmente Internet.

. Evaluar los hábitos de uso de internet: cuándo, cuántas veces, dónde y durante cuánto tiempo permanece conectado. La técnica consiste en romper la rutina para adaptarse a nuevos horarios.

. Evitar las recaídas.

. Terapia familiar para educarlos en lo adictivo que puede llegar a ser Internet

. Reducir la culpa en el adicto por su comportamiento

. Promover la comunicación abierta sobre los problemas que lo llevaron a tener esa conducta adictiva.

. Animar a la familia a colaborar en la recuperación del adicto, procurando encontrar nuevas ocupaciones, llevarlo de vacaciones o escuchando sus sentimientos y sensaciones sobre su realidad.




 
Estar atentos

Si bien hay tendencias culturales y sociales que se instalan rígidamente en una comunidad, cambiando hábitos, costumbres y vínculos, como padres no podemos descuidarnos frente a ello. Nuestra responsabilidad pasa, entonces, por estar atentos a cómo se vinculan los niños y jóvenes con Internet, poniendo especial cuidado en cómo interactúan en las redes sociales. 

Lic. Walter Calabrese


Todos los derechos reservados Corresponsal Digital 

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martes, 6 de septiembre de 2011

Libro El Vaso. El éxito depende de ti

La obra es una invitación a redescubrir el mundo de los sueños que se hicieron realidad a partir de testimonios y casos reales. Los autores apuestan a transmitir un mensaje de esperanza y optimismo para motivar y despertar la vocación emprendedora que muchos tienen pero que no han sabido concretarla.

Los relatos de empresarios que fueron alimentando su sueño con pasión y esfuerzo son como una brújula para descifrar geografías que no se han recorrido aún.

Eduardo Serenellini y Martín Simonetta nos hablan desde la realidad, en donde la gente con ideas pudo llevar sus proyectos al territorio deseado sorteando escollos reales e imaginarios. Todos podemos comprender que la motivación es la antítesis del miedo, que tiende a dejarnos paralizados. Por el contrario, un sueño acompañado de un adecuado incentivo puede romper todos los esquemas de pensamiento que nos impidieron emprender. En este sentido, las historias de vida pueden alentarnos a seguir ese viaje.




En el libro se describen historias exitosas. No obstante, Serenellini y Simonetta dejan en claro que “el camino del éxito no es simple, no es sencillo ni rápido. Especialmente en contextos muy cambiantes y difíciles de prever como son los escenarios de Argentina y América latina. Sin embargo, hay quienes han alcanzado el éxito…”

El material transmite la energía, esperanza y optimismo que empujaron a cada empresario hacia la meta. Son historias de vida, de desafíos, de caídas y de reparaciones. Son casos de emprendedores y profesionales exitosos con diferentes perfiles, que han actuado en diversas situaciones y debieron enfrentar numerosos desafíos.

Además, el prólogo de Bernardo Stamateas, escritor y capacitador en liderazgo, suma un valioso aporte desde su experiencia y respalda el espíritu de la obra.

La apuesta de los autores logra su objetivo, puesto que muestran la experiencia de quienes ya han recorrido un camino que dio resultado. Para quienes están en la búsqueda de nuevas sendas, El Vaso es un buen recipiente para recabar información y ver cómo se puede llegar a la meta enfrentando adversidades.



 
Lic. Walter Calabrese


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Congreso Emprendedores 2011

El pasado 22 de agosto se realizó el evento que reunió a emprendedores de distintas disciplinas que, desde sus experiencias, nutrieron con ideas y conceptos a aquellos que asistieron con el anhelo de darle vida a sus proyectos.

                                            Alejandra Stamateas presentando el Congreso

Auspiciado por la Fundación Presencia de Dios, el valor de la entrada consistía en llevar alimentos, ropa, útiles y juguetes para entregar al Comedor Los Carasucias y el Hogar Libertad. La iniciativa impulsada por Alejandra Stamateas logró reunir a líderes que triunfan en sus rubros, como lo son Eduardo Serenellini, periodista de Canal 26, Carolina Papaleo, actriz con una importante trayectoria, Otoniel Font, Coaching de líderes y Director de dos colegios en Puerto Rico, Vanesa Duran, empresaria del rubro joyería, Delia Flores, quien dirige Horizont SRL y Ernesto Sandler, creador del exitoso multimedio Utilísima Televisión.

La jornada comenzó con la presentación del libro El vaso, El éxito depende de ti, que escribieron Eduardo Serenellini y Martín Simonetta. El periodista televisivo Serenellini destacó el valor que tienen los testimonios de quienes lograron alcanzar el éxito y de cómo superaron los momentos de adversidad. 


 Eduardo Serenellini remarcó algunas condiciones que deben impulsar a los jóvenes a iniciar su camino: 

. Proponerse crecer y no sólo ser empleados de
. Ser sincero con uno mismo y evaluar si se tiene la voluntad para llevar a cabo el proyecto
. La voluntad y el empeño son el mayor combustible para arrancar, luego se encuentran        
  los recursos.
. El emprendedor nace, tiene un ADN para ello que lo hace perseverar.
. Sabe trabajar en equipo
. Tener una idea bien clara, ser concreto

Concluyó su relato con una frase que dibuja la filosofía del emprendedor: “Cuando comienzas a trabajar de lo que te gusta, inmediatamente dejaste de trabajar. Un proyecto lo hacés con pasión y al lograrlo se disfruta”.

Luego el coautor del libro El vaso, Martín Simonetta, se refirió al espíritu de la obra, que intenta romper con las barreras del pesimismo que cada uno lleva consigo mostrando los logros de quienes sí pudieron frente a la adversidad. 



Simonetta sostiene que el principal capital del emprendedor es la pasión. También lo es la creatividad, un componente esencial que forma parte del potencial y, por ello, hay que liberarlo. De allí, el subtítulo del libro, El éxito depende de ti.

Además, se refirió al concepto de resiliencia como la capacidad de recuperación que tienen las personas después de una caída. Enfatiza que el fracaso enseña, porque con autocrítica se llega al éxito, aludiendo al texto Fracasos exitosos de Bernardo Stamateas. 





En segunda instancia, habló el pastor Otoniel Font, un especialista en liderazgo y motivación. En su alocución dio algunas pautas para emprender:


"Hacer dinero es algo tanto moral como espiritualmente correcto” 
Remarca que la iglesia primitiva nos ha hecho creer que el dinero es algo inmoral y que nos aleja de lo espiritual. Otros, ven el hecho de ser empresario como un camino cercano a lo corrupto. Nada tan lejos de la verdad, “un hombre de empresa puede ser honesto, integro, trabajador y servicial, y estos son valores cristianos”.
Esta falsa perspectiva, dice Otoniel, hizo que muchas personas no tuvieran ambiciones para tener su propia empresa.

“Como emprendedor debes aprender a trabajar con los conflictos y las crisis”
Indica que para manejar los conflictos y las crisis hay que dedicar tiempo y energía para resolverlos. Las quejas, discusiones y la desesperación nos alejan de la solución.
Agrega que es posible maximizar lo que eres como experto, para poner mayor energía en lo que uno es bueno y así acercarse a los mejores resultados. Por eso, hay que aprovechar el tiempo y la energía para tener éxito.

 “En vez de predecir, anticipa”
Considera que los emprendedores se anticipan a los cambios.  Significa anticiparse para estar preparados, para estar en el lugar correcto y en el tiempo preciso con sentido de oportunidad.








A su vez, Otoniel Font presentó su libro De un sueño al Palacio, una obra que alienta a perseverar en los sueños más allá de las circunstancias negativas, basada en la vida de José, aquel que mantuvo su visión a pesar de ser esclavo en Egipto.


Más tarde, la empresaria Vanesa Durán volvió a tomar el tema de la resiliencia, para definirla como la capacidad para reponerse ante la adversidad. Considera que es un llamado al cambio, es pasar de la pobreza, que es la ausencia de expectativas, a encontrar una motivación que te haga revivir.

                                                                  Vanesa Durán

Sus consejos para emprender:

  No existe el éxito antes que el trabajo
 Todos somos libres para elegir y tomar decisiones
   Humildad para aprender
  Paciencia para crecer y aprender de los errores
  Levantarse y volver a intentarlo un millón de veces 
    Para dirigir una empresa hay que prepararse y estudiar
   Cada uno decide en qué clase de persona quiere convertirse
  Salir de la comodidad
  Hacer algo por lo que nos gusta y cambiar, emprender

Como conclusión dejó una sentencia para reflexionar: “Quien dispone de un para qué puede llevar a cabo casi cualquier como”.



Luego, fue el turno de Carolina Papaleo, quien envió un video con sus recomendaciones:
El ingrediente básico es empezar a actuar hoy
El verdadero emprendedor no es el que sueña, sino el que hace
Un emprendedor suele morder más de lo que puede masticar, con la intención de “aprender a masticar”
Un emprendedor es aquel que tiene la capacidad de enfrentar la incertidumbre
Toma riesgo a futuro

La frase para pensar fue: “Dime qué planeas y te diré a donde llegas”.



Delia Flores, la empresaria que dirige Horizonte SRL, cree que debemos ocupar un espacio, dejar algo, transmitir conocimientos para la vida que nos ayude a tomar decisiones. 

Flores afirma que todo emprendimiento nace con un sueño, con una idea. Y va más allá de la idea, porque se anima para dar el primer paso, tiene iniciativa. Es proactivo, porque sabe superar los miedos.


Sus consejos para emprender:
Tener objetivos claros
No temer a equivocarse
Saber que siempre hay que sortear obstáculos y seguir motivados
Asumir riesgos y tomar decisiones todo el tiempo para seguir creciendo
Mantenerse actualizado, conocer las herramientas que necesitamos para cada tarea
Confiar en tu olfato

Concluye diciendo que no hay que esperar el mejor momento para iniciar una empresa, porque en todo tiempo aparece alguna tormenta.  Cree que “el mejor momento es hoy. Este es el mejor momento para hacer las cosas”.



Por su parte, Ernesto Sandler, empresario de Medios de Comunicación, afirmó que no hay fórmulas mágicas para alcanzar el éxito, pero sí hay principios a tener en cuenta que ayudan a lograrlo:

Debe tener una formación. Hoy es muy difícil lograr un objetivo sin buena información y conocimiento.
Significa conocer su negocio.
Las condiciones naturales que cada uno tiene.
Conocerse a sí mismo lo mejor que se pueda. Poder reconocer las fortalezas y debilidades, saber para qué actividad se está mejor capacitado
La intuición es una brújula
Confianza en uno mismo, en su saber
El temor es el peor enemigo que tiene el emprendedor, porque lo paraliza
Pasión. Sin pasión no hay entusiasmo. Es el motor del emprendimiento. La pasión genera impulso, nos lleva a ir para adelante
La perseverancia y el amor al trabajo
Tener un plan para llegar a un objetivo que sea operativo.

Para seguir pensando dejó un consejo: “Cuando se tiene el ADN emprendedor y una idea, en algún momento lo logra”




El congreso fue un éxito, el salón de la Iglesia Presencia de Dios estaba colmado de un público que agradeció cada intervención con aplausos y ovaciones. En un país con un capital humano tan rico es factible que estas ideas proliferen y a la vez lleven más ánimo a muchos.

Alguna vez, Bernardo Stamateas dijo que debemos enseñar lo que Dios nos ha dado para que otros también puedan lograrlo. Eso tiene que ver con la esencia del cristiano, con “el hacer el bien sin mirar a quien”. Esto se vio reflejado en el Congreso, hubo gente que regaló su testimonio para motivar a muchos.

Para los que profesamos la fe cristiana un sueño es una brillante idea que Dios pensó primero y luego la puso en nuestra cabeza. Sin duda, la fe en Su guía y la fe en nosotros mismos son el mayor capital que poseemos para construir un proyecto. Pero, también, demos tener siempre presente que un emprendedor es un líder que se compromete con sus sueños. En esta línea de pensamiento, entonces, al lograrlo estaríamos cumpliendo los sueños de Dios.


 
Lic. Walter Calabrese


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