El mundo y sus protagonistas


miércoles, 2 de febrero de 2011

La campaña electoral en Portugal


El clima de la campaña no desentonó con la actual situación que vive el país. Las acusaciones cruzadas y críticas tuvieron más protagonismo ante un ausente debate de propuestas en un tiempo en donde la gente se empieza a cuestionar cuál es el verdadero rol que debería cumplir el presidente y con qué atribuciones. Esa dinámica electoral con discursos alejados de la idea de cambio también fue responsable del poco interés de la población en acercarse a las urnas.
Los comicios presidenciales nunca han logrado despertar el interés que logran los legislativos, que son los que determinan la composición del Parlamento y la continuidad misma del gobierno.
La precampaña había comenzado en diciembre con los debates televisados entre los seis candidatos. Más tarde, la campaña se concentró en sólo dos semanas

                                           Cierre de camapaña de Cavaco Silva  Foto. AFP


El candidato Manuel Alegre inició su recorrido proselitista antes de tener asegurado el apoyo del Partido Socialista (PS). Previamente sí había recibido el respaldo del Bloque de Izquierda, un partido que no se lleva muy bien con los socialistas. Era una apuesta arriesgada, porque el controvertido matrimonio por conveniencia entre el PS y el Bloque de Izquierda le quitó un porcentaje importante de votos que provenían de los sectores más moderados de la población, especialmente reacios a cualquier discurso radical. Alegre creía que con el apoyo de las organizaciones sociales y los seguidores de estos dos partidos podía forzar una segunda vuelta. Ya en los sondeos previos se vislumbraba que nunca podría confirmar esos deseos.
En las encuestas Cavaco aparecía bien posicionado para vencer en la primera vuelta frente a un arco opositor dividido, cuando los partidos de izquierda presentaron cinco candidatos. Cavaco Silva es un economista conservador de 71 años que fue primer ministro en la década que va de 1985 a 1995. En su discurso hizo de su experiencia el argumento central para hacer frente a los cimbronazos de la crisis financiera que hoy sacuden a la nación. En ese sentido, el candidato afirmaba en su último acto de campaña que “nunca la situación de nuestro país había sido tan crítica. No es el momento de aventuras: los otros nos observan y Portugal necesita ser creíble”.


En otra oportunidad durante la campaña, Cavaco había invitado a la población a emitir “un voto responsable” advirtiendo que era necesario eludir cualquier experimento en un momento en que el país no tiene todavía la solución para financiar el fuerte déficit público.
La oratoria política de Cavaco Silva fue delineada en un eje constante donde se repetía una y otra vez “Portugal vive tiempos difíciles, frenado por el endeudamiento, el desempleo y por la desconfianza de los mercados”. Remarcaba que en estos tiempos complejos el país necesita un presidente que sepa tomar decisiones difíciles y afirmó: “soy un hombre que estudia rigurosamente los asuntos con sentido de Estado”. Es frecuente escuchar en sus alocuciones de campaña un tono profesional emparentado con dones de catedrático de Economía, cuya intención es demostrar a sus oyentes que él es la persona idónea para encontrar el camino de las soluciones en el mundo de las finanzas


 

Respaldado por las dos estructuras partidarias de derecha, el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Cristiano Demócrata, siempre se presentó ante la sociedad como el garante de la estabilidad política y el mejor conductor para reencauzar la economía. Y el electorado creyó en esas consignas para que siga siendo el presidente. Ahora que obtuvo la reelección tiene la oportunidad de demostrar que es el único que posee la capacidad para resolver la grave crisis económica de Portugal.
Con la obtención del 53 por ciento de los votos y el respaldo que ello significa, Cavaco se alista para hacerle frente a la crisis. Por eso, en sus primeras declaraciones dio las primeras pistas de cuáles serán sus planes, señaló que sus "prioridades inmediatas" serán combatir el desempleo, trabajar en la "contención del endeudamiento externo" y reforzar la competitividad de la economía portuguesa.

                                            Cavaco saluda a partidarios  Foto: AFP

En tiempos de crisis económica el electorado busca refugio en aquello que le aporte cierta seguridad y estabilidad. En ese contexto, el reparto de actores sólo ofrecía un protagonista que se acercaba a esa figura: un economista con vasta experiencia en las cuestiones de Estado, apelando a un discurso que tocaba las fibras que rozan el temor al cambio en medio de la tormenta. El continuismo aparecía como lo más razonable en un barco que navega en un mar de incertidumbre, un sentimiento que atraviesa toda la eurozona.
Las crisis económicas siempre contaminan la vida política y determinan muchas veces el curso de una campaña electoral. Portugal no fue la excepción, fue un fiel reflejo de ello.


Lic. Walter Calabrese

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1 comentario:

  1. Interesante artículo. Es comprensible, además, la búsqueda de la gente de Portugal de una seguridad en cuanto al gobierno, ya que los tiempos que corren son difíciles, en especial para la economía europea.

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