El mundo y sus protagonistas


martes, 31 de enero de 2012

El debate que reposicionó a Romney en las internas republicanas

El último debate llevado a cabo el jueves en Jacksonville, Florida, reacomodó las piezas en el tablero electoral republicano. El enfrentamiento entre Romney y Gingrich, los mejores posicionados en las encuestas hasta ese día, derivó en una cruda batalla de acusaciones en donde no faltaron los habituales recursos de las llamadas “campañas sucias” para derruir la imagen del adversario.



El combate tuvo diversidad de golpes, como en una velada boxística despacharon su artillería en temas personales relacionados con las finanzas. Después, siguieron con la inmigración, el punto más sensible en la comunidad hispana de Florida, que representa al 13 por ciento de los electores habilitados para sufragar.


En EEUU, los debates han cobrado mayor importancia, son el núcleo más combativo de la campaña electoral, pues es donde el ciudadano puede ver las destrezas y falencias de los candidatos en el manejo de los asuntos públicos. Entiende también como responden ante la hostilidad de sus adversarios. Allí, entran en juego el carisma, la elocuencia, el lenguaje gestual y los recursos retóricos para triunfar en la contienda. Con ello, van “vendiendo” una idea o propuesta ante el electorado.




Si se analiza el encuentro organizado por la cadena CNN y CNN en Español, se pueden sacar algunas conclusiones que ya se ven reflejadas en las encuestas. En primera instancia, Gingrich quedó mal parado en casi todas sus alocuciones, en su mayoría cargadas de acusaciones hacia el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney. Al hacerlo, no miraba a su par, se lo veía incómodo y rígido en la postura corporal. Si bien el ex presidente de la Cámara baja del Congreso venía envalentonado por su triunfo en Carolina del Sur, no supo repetir las habilidades oratorias que había desplegado anteriormente.


         Gingrich y Romney en el debate organizado por CNN  Foto: Reuters


Por el contrario, Romney fue más agresivo y miró con autoridad a Gingrich en cada intervención, se lo vio más sólido y mostró mayor prestancia en su discurso. Sabe, además,  que un triunfo en Florida lo deja muy cerca de ser el candidato del partido republicano, puesto que en las próximas paradas de la campaña electoral se encontrará con un público más cercano a sus ideas. Si aquí suma su segunda victoria luego de New Hampshire, encontrará más despejado el camino para su nominación en las presidenciales a celebrarse en noviembre. Leer más 

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