El mundo y sus protagonistas


domingo, 10 de junio de 2012

Argentina vence a Brasil con un Messi de otra galaxia



Cuando dos equipos grandes se encuentran en un estadio, aunque sea en Nueva Jersey, no hay posibilidad alguna de hablar de amistoso. Aquí se juega por la camiseta, por una rivalidad que trasciende los tiempos y las fronteras, es pasión sin vueltas, esa locura suelta que sólo puede generar el fútbol con la selección.

Por eso la alegría incontenible ante el triunfo y, en particular, por la descollante actuación de Messi desplegando todo su repertorio de audacias y vértigo. Su brillo sirvió también para equilibrar y disimular los baches en que caía el equipo.

Argentina arrancó desconcentrada, sin poder ajustar las líneas cuando tenía que defender. Los primeros minutos del primer tiempo tuvieron a Brasil como claro dominador avanzando peligrosamente sobre la valla de Romero. Luego de ponerse en ventaja los brasileños, hizo su aparición mágica el mago Messi que sacó dos cartas de la galera para dar vuelta el marcador y cantar quiero retruco.


                                                    Messi con todas las luces




El segundo tiempo tuvo buen ritmo, estaba para cualquiera porque los dos equipos creaban peligro. La selección albiceleste parecía renovarse con la luz de cada aparición de Messi y la buena compañía de Di María. Pero un error de Romero en un centro le dejo la pelota a Hulk para que fuera el monstruo y verdugo por unos instantes.

El 3 a 2 abajo obligó a la Argentina a despabilarse, y fue con la frente bien alta de Fernández  para alcanzar el empate. El resultado traía tranquilidad y confianza para ir por más. Lo que no sabía la defensa brasileña era que Lionel tenía otra carta guardada, era el ancho de basto y dijo “quiero vale cuatro”. Como un latigazo, encaró por la derecha y se llevó a todos como barrilete para terminar la obra con un zurdazo monumental en el ángulo superior derecho. Velocidad, precisión, pegada, cambio de ritmo, diagonal perfecta, un gol superlativo que sintetiza lo que puede lograr Messi en una sola jugada.



¿A alguien todavía le queda alguna duda de que es el mejor del mundo? Avísenles a esos señores que lo cuestionan (Ronaldo y Pelé) que el fuego de artillería pesada lo tiene Messi y sólo lo despliega en la cancha para demostrar su talento, en vez de vociferarlo ante los micrófonos de que es el mejor. Eso no se dice, se relata únicamente con hechos dentro de la cancha. Además, ellos no saben jugar al truco, porque es un juego de picardía, como el fútbol. Deberían saber, a esta altura, que Messi siempre tiene una baraja para rematar el partido y sorprender con astucia.

Siempre es saludable ganarle a Brasil, aun sabiendo que hay que corregir algunos asuntos en defensa y en el orden táctico. Lo bueno es que ahora tenemos siempre el as de espada para gritar con ganas al final. Si el equipo lo acompaña, estaremos en condiciones de cantar quiero retruco cada vez que un partido se ponga “chivo”.


 




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