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jueves, 24 de enero de 2013

Israel Netanyahu con poco margen luego de los comicios

Por Walter Calabrese *

                                              * Lic. en Comunicación Social / Analista Internacional




Aunque la alianza de derecha que conforma Benjamin Netanyahu aparece en las cifras de los comicios como la más votada, el primer ministro israelí queda en una situación ajustada que lo obligará a negociar con otras fuerzas políticas. Las 31 bancas de la Knesset, el Parlamento unicameral de 120 bancas, no le aseguran un tranquilo camino para formar una coalición de gobierno, aunque rápido de reflejos comenzó las negociaciones para coordinar un frente que permita una amplitud de criterios para la conformación del nuevo gobierno. 

Es posible que los resultados de las elecciones empujen a Netanyahu a buscar un acercamiento con los partidos del centro, que nunca fueron aliados naturales del partido Likud. Es que junto al ultranacionalista laico Yisrael-Beiteinu, del líder Avigdor Lieberman, perdieron 11 escaños, situación que se vivió como un castigo en las urnas para buscar desbancar al primer ministro. 

Netanyahu gana por estrecho margen  Foto: AFP


Las elecciones legislativas cambiaron el panorama político de Israel cuando hace pocas semanas todas las encuestas daban por seguro ganador al actual mandatario del país. El oficialismo y el bloque rival de centroizquierda alcanzaron los 60 escaños, lo que en teoría aparece como un sencillo empate no lo es en el complejo tablero político que queda constituido.


En ese escenario, emergió una figura que, sin duda, se convierte en el gran ganador de los comicios: Yair Lapid, con el partido centrista Yesh Atid (que significa hay un futuro), se ha convertido en una pieza clave en el contexto de acuerdos que deberá construir Netanyahu para poder constituir el ejecutivo de gobierno. El ex periodista televisivo obtuvo 19 bancas con su partido y es la segunda fuerza política de Israel, instancia que le permitiría acceder a un cargo en un ministerio de importancia, puesto que fue invitado por el primer ministro a formar parte de la nueva coalición de gobierno. Cuando habló a sus seguidores en Tel Aviv agradeciendo la confianza depositada en los votos y que lo convierten en la contracara del actual primer ministro, afirmo que “los ciudadanos de Israel han dicho no a la política del miedo y el odio, no al radicalismo y a la antidemocracia. Esta noche ha recaído sobre nuestros hombros una gran responsabilidad”. A pesar de sus palabras, su intención sigue siendo la de cooperar en la conformación de gobierno con Netanyahu.

El tema no es tan sencillo, los partidos religiosos ultraortodoxos que tiene más sintonía con la derecha obtuvieron 18 bancas (el sefardí Shas logró 11 y el Judaísmo Unido de la Torá, Ashkenazi, 7) y no tienen buena conexión con Lapid, que exige que los religiosos cumplan con el servicio militar, un tema sensible en un país que vive permanentemente amenazado. El ex conductor televisivo tampoco tiene diálogo con el millonario Naftali Bennett, el líder del partido ultranacionalista religioso Habayit Hayehudi, que logró 11 escaños. Bennett mantiene una postura radicalizada frente a la posibilidad de se cree un Estado palestino y exige la ocupación del 60 por ciento de sus territorios.

Lapid ha manifestado que "sin un acuerdo con los palestinos, la identidad judía y sionista de Israel está en peligro". Pero también descartó que fuera a encabezar una coalición de izquierda que pudiera bloquear el futuro gobierno de Netanyahu, lo que hace pensar en un posible acuerdo.

Por su parte, la ex periodista Shelly Yacimovich, del histórico Partido Laborista, obtuvo 15 escaños embistió contra con el primer ministro: "Tenemos una oportunidad de liberar a los ciudadanos de Israel de los abusos del gobierno de Netanyahu. Hay que actuar rápido, discreta y seriamente".

Los otros resultados del bloque opositor fueron: el partido pacifista Meretz alcanzó 6 escaños, Hatnuah, el partido de centro de la ex canciller Tzipi Livni, también logró 6 bancas, quien podría ser una buna aliada de Netanyahu, el partido de centro Kadima con 2 y las tres agrupaciones árabes obtuvieron 12.

En el sistema político israelí se establece que el partido que obtenga más votos será el encargado de intentar formar gobierno. La Comisión Electoral Central Informó que la participación en los comicios legislativos fue del 66.6 por ciento, levemente superior al anterior del 2009 donde se registró el 65,2 por ciento.

La incertidumbre generada por los resultados y las complicaciones que pudieran suceder para la conformación de un nuevo Ejecutivo puede conllevar efectos colaterales en el proceso de paz con Palestina. Los partidos de centro anunciaron que no formarían parte de la coalición gobernante si no se reanuda las negociaciones con el pueblo palestino. Cabe recordar que en estos últimos cuatro años con Netanyahu no hubo avances en las conversaciones para un acuerdo pacífico. Por el contrario, se siguieron construyendo asentamientos judíos en tierras de Cisjordania. 

El ministro de Cultura, Gideon Saar, hizo un llamado a los partidos sionista para que respalden la integración de un gobierno encabezado por Netanyahu. Luego, en declaraciones a la prensa en Tel Aviv, afirmó: “Creo que el siguiente gobierno tendrá que ser lo más amplio posible para lidiar con los retos de seguridad, económicos y sociales que afronta Israel”.

Informe de Euronews 



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